El email marketing es potente.
Lo sabemos.
Tu y yo. Y algunos más.
Pero también sabemos que está lejos de ser perfecto.
A veces lo veo como el dinosaurio del marketing.
Se inventó, y se quedó así.
Y esto provoca problemas.
Vamos a ver cuáles son esos problemas jurásicos del email y cómo los proveedores de emails lo han intentado solucionar.
Y si nosotros, como marketers, podemos hacer algo.
1 - Canal abarrotado
Recibimos muchos emails.
Demasiados.
Y los Gmails y Outlooks tienen un diseño muy caótico.
Se parecen a ese cajón donde guardo cables, piezas que sobran del armario del Ikea y tornillos.
Sin contar con que añaden módulos y funciones que no suelen ayudar de mucho.
Vamos, son un caos.
SOLUCIÓN
A parte de hacerte 50 carpetas distintas y 27 marcadores… No hay una solución como tal.
Ni está en nuestras manos.
Se lanzan más de 300 mil millones de emails al día.
Son demasiados.
Pero como marketers, a veces tenemos la posibilidad de destacar con algunos elementos extra.
Es el caso de las Google Annotations.
Se trata de unas características extra que podemos añadir al código de nuestro email para que, cuando Gmail considere oportuno, lo muestre en la pestaña de promociones.
Puedes añadir un texto destacada, un tiempo de vigencia y una imagen.
No es demasiado, pero nos permite destacar entre la marabunta de la pestaña de promociones.
2 - Un email es una página impresa
Escribes un post en un blog
Mandas un WhatsApp
Lanzas un anuncio en Facebook Ads
Y si ves una errata en ellos, puedes editarlos.
En los emails no.
Un email lanzado es como una página impresa.
Una vez lanzado, no podrás cambiarlo.
Aunque al final del email escribas “Un salido” en lugar de “Un saludo”.
Así se queda.
Eso también es un problemón para los marketers.
Si lanzas una oferta y se agota, no podrás modificarla de ninguna forma.
SOLUCIÓN
Hace tiempo que se habla de la tecnología AMP, pero todavía es complicado encontrar compatibilidades para usarlo sin problemas.
Aunque hay soluciones intermedias.
Hay herramientas que te ayudan a añadir elementos interactivos, como cuentas atrás, imágenes que funcionan con variables y que pueden cambiar aunque ya hayas lanzado el email.
Aunque no suelen ser baratas.
La herramienta más conocida es Movable Ink.
3 - Contenido plano
En la misma línea que el anterior, no puedes añadir elementos dinámicos.
Es que ni un “añadir al carrito” directamente desde el email.
Eso nos limita mucho: menús, carruseles, desplegables…
Nada de eso es posible en los emails.
SOLUCIÓN
Cada vez hay más compatibilidades en los diferentes gestores, pero está lejos de ser perfecta.
Por ejemplo, el CSS que aplicas a tus emails no funcionará igual en Gmail que en Outlook, lo que puede darte unos cuantos dolores de cabeza.
Aquí nos toca pasar por herramientas como las del punto anterior, que pueden adaptarse según las características del receptor.
4 - Poca confianza
¿Quién no ha recibido un intento de estafa por email?
Están a la orden del día, incluso en plano 2024.
Se hacen pasar por compañeros de trabajo, empleados de tu banco o tu proveedor de internet.
Y es que les funciona.
El phishing sigue siendo un problema.
Aunque se están poniendo las pilas con los métodos de autenticación, todavía no se ha podido frenar la suplantación de identidad.
SOLUCIÓN
Cumplir a rajatabla todas las medidas de seguridad y los protocolos de autenticación.
No lo hagas solo por evitar las estafas.
Ahora también es necesario si no quieres perjudicar tu entregabilidad.
5 - Bajo “engagement”
La mayoría de los emails lanzados nunca se abrirán.
Un CTR habitual en email marketing es del 1% al 3%.
O sea, que solo 3 personas de cada 100, como máximo, harán click en tus emails.
¿Y qué hacen los Gmails y Outlooks?
No les conviene esta baja interacción.
Así que sacan funciones para que sea más sencillo darse de baja o limpiar la bandeja de entrada.
SOLUCIÓN
La solución que han inventado estos gestores de emails es la de dar de baja automáticamente a los usuarios tras un periodo de inactividad.
Aquí podemos hacer poco como marketers.
Salvo intentar cumplir la máxima del email marketing:
Entregar el mensaje adecuando, a la persona correcta, y en el momento preciso.
O puede que tus suscriptores se den de baja sin ni siquiera pretenderlo.
6 - Malos datos
Es difícil medir lo que pasa con los emails que lanzamos.
¿Nos eliminan los emails?
¿Los marcan como spam?
¿Los añaden como favoritos o destacados?
¿Cuánto tiempo están los usuarios leyéndolos?
Tenemos pocos datos.
Y a esto se suma que, los que tenemos, están distorsionados.
Apple, con su protección de la privacidad, complicó más la medición al abrir todos los emails que lleguen a los inboxes de sus clientes.
SOLUCIÓN
De nuevo, no está en nuestras manos.
Aún así, con los datos que tenemos, podemos hacer mucho.
Y tenemos herramientas que nos ayudan, como Postmaster Tools de Gmail.
Además, algunas herramientas de email marketing nos dan datos por cohortes o segmentos.
Entre todo ello, la cantidad de información de la que disponemos es más que suficiente para ir mejorando.
Hasta aquí 6 de los problemas que nos encontramos los que trabajamos con emails.
Y son problemas que están para largo.
Los principales gestores de emails no se ponen de acuerdo en solucionarlos.
Y las medidas que toman unos, van en contra de las soluciones que lanzan otros.
Adaptarse o morir.
No nos queda otra.
🧐 Interesante
Hoy os traigo una infografía con los hitos históricos del email de la mano de reachmail.com
📰 Noticias frescas
El uso del SMS y WhatsApp sigue en aumento
Estos 2 canales tienen cada vez más peso en marketing.
Y tiene sentido.
No están tan masificados.
Eso sí, no te lances a usarlos a lo loco, sin una estrategia omnicanal, o podrás aumentar la presión de marketing de tus suscritos.
La media del ROI del email marketing sube a 42$
Antes se situaba en torno a los 36$ en los estudios (mayoritariamente estadounidenses).
Ahora, los estudios más recientes, lo han incrementado en 6$.
Aquí tienes la noticia con todo el estudio detallado (en inglés).
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